Siendo aproximadamente las 6:05 am, me asomé a la ventana de mi habitación a ver el lago y se veía así de hermoso, con su cielo nublado tras una fuerte lluvia, que fue la causante de mi repentino despertar. Aunque debo confesar que fue la mezcla del sonido más la emoción, porque hoy toca conocer las tres islas del Lago Titicaca: Uros, Amantaní y Taquile, por ello se debe reservar un día antes el boleto de 25 soles, que se adquiere en el puerto del lago.
Mi desayuno fue delicioso y super económico con tan solo 2 soles pude tomar un vaso de Quinua caliente con un pan con Palta, éste tipo de desayunos los venden en cualquier esquina de Puno, sin embargo a quien voy a recomendar es a la señora que encuentran a la entrada del Puerto del Lago, a un metro pasando los módulos de atención, en una carretillita blanca cubierta con un plástico grueso, que cuenta con banquitas para poder desayunar ahí, la señora es muy amable y si eres ecofriendly y prefieres llevar tu botella para tomar desde ahí, ella te sirve con mucho gusto. Su menú cuenta con: Pan con queso, Pan con Palta, pan con huevo, pan con tortilla, huevo duro, Quinua con leche, ponche de habas y té de Muña.
Así que es muy probable que con tanta delicia, no gastes 2 soles, sino aproximadamente 10 soles, de paso que te llevas unos panes en la mochila para el entremés durante el viaje.
Primera parada, la isla de Los Uros, el viaje dura aproximadamente 45 minutos.
Al llegar a la isla somos agrupados en círculos para poder escuchar al jefe de las Familias y nos explica el curioso y extraordinario procedimiento para crear las islas, porque sí, éstas islas se elaboran, son meramente artificiales, creadas a base de la Totora y sus raíces, el proceso es largo, tedioso y dedicado, porque recuerden debe de soportar el peso de las familias que yacen ahí y los visitantes diarios que recibe. Su principal fuente económica es el turismo y la venta de artesanías. Sin embargo deben de tener en cuenta que la isla que visitarán no es la única en toda la comunidad de los Uros, por el contrario son aproximadamente 30 islas ubicadas en el litoral Peruano.
La palabra Uros, no proviene del quechua como muchos piensan, sino del Aimara "qhana uru", donde qhana es Claro y Uru día, es decir "día claro", es por ello que todos los pobladores hablan Aimara y Español.
Durante su estadía no duden en subirse al mirador y lograr la mejor vista de todas, dado que la combinación del cielo, las montañas y el lago, es perfecto!
Culminada la visita a Uros, nos dirigimos a Amantaní, con un viaje aproximado de 1 hora, llegamos a la península del Capachica, pasando la isla de Taquile,
La isla es un espectáculo vivo, su verdor te trae mucha paz y es la paz que esperas encontrar al pernoctar aquí. ¿Dije pernoctar? ¿Es decir uno puede hospedarse en la isla? Efectivamente, las diez comunidades que integran la isla, se unieron para ofrecer el turismo vivencial, el cual les permite a los pobladores recibir a los turistas en sus hogares brindándoles alimento y hospedaje, en donde se comparten momentos muy agradables de conocimiento recíproco.
Al llegar a la isla, dividen los grupos que irán con cada familia y a mi me tocó el hogar de Moisés y Lorenza, quienes al llegar a su vivienda nos dejaron instalarnos y nos brindaron un delicioso y nutritivo almuerzo, que constó de un plato de sopa de quinua y verduras, con segundo de Queso Frito con Choclo, para y ensalada, para finalizar una taza de Muña. Les confieso que la comida no se me hizo nueva, ya que mi segunda Mamá también lo cocina y me encanta su comida, nunca dejo ni un arrocito en el plato.
Sin embargo saliendo del delicioso almuerzo, era hora de iniciar el trekking a los santuarios de Pachamama y Pachatata, en donde se sube a 4150 m.s.n.m, es decir si no tienes la preparación física necesaria vas a jadear los primeros kilómetros y luego saldrá a flote tu psiquis de supervivencia y tendrás la fuerza que no sabías que tenías y disfrutaras la caminata.
A lo largo del camino, te darás cuenta que es un lugar sumamente limpio y ordenado, que es parte de la cultura de sus pobladores quienes están comprometidos con la conservación de la isla, pero no sólo están comprometidos con la limpieza sino con su crecimiento, ya que todas las obras están realizadas por su gente, hombres y mujeres ponen el hombro para realizar todas las obras que necesitan, un excelente ejemplo la siguiente fotografía.
En la siguiente foto me encuentro junto a Carolina, de Chile, en el Santuario de la Pachamama. Con Caro, compartí el viaje y tuvimos una grandiosa experiencia subiendo a los Santuarios, soportamos calor, frío, sol, cansancio, dolor de piesitos y mucha mucha felicidad!
Al cabo de las 5:30pm y ya haber subido hasta el Pachatata, el segundo santuario,no dudamos en descanzar y ver la hermosa vista del atardecer, el cual nos indicaba que ya se acababa el día y que era hora de volver a casa de Moisés y Lorenza a comer rico y descansar.
Y la cena fue un delicioso guiso de verduras, que nos permitió recuperar energías e ir directamente a la cama.
A la mañana siguiente, tomamos desayuno, Moisés preparó panqueques, los cuales unté con mantequilla y mermelada de fresa y acompañe con un vaso grande de muña.
La despedida era inminente y le dijimos adiós a Moisés y Lorenza, para llegar a Taquile, el camino hasta él estuvo cargado de lluvia, frío y naúseas.
Ésta isla alberga alrededor de 2,200 habitantes los cuales mantienen sus tradiciones intactas y eso les permite vivir netamente del turismo.
El viaje finalizó aproximadamente a las 5pm, que arribamos al puerto del Lago Titicaca y me dirigí a mi habitación a dormir.
